¿Alguna vez te has preguntado qué hace que un sistema de fontanería sea realmente fiable durante 50 años? La respuesta suele estar en los detalles: los accesorios hidráulicos. Estos conectan, sellan y garantizan la continuidad entre las diferentes secciones de las tuberías.
En las gamas de tuberías multicapa de Valsir (Pexal y Mixal), los accesorios representan la combinación perfecta entre ingeniería de materiales, seguridad y facilidad de instalación.
¿Qué son los accesorios de fontanería y cómo funcionan?
Un accesorio de fontanería es un elemento mecánico que une dos o más tuberías, permitiendo el paso de agua o fluidos térmicos a presión.
Tiene una doble función:
- Garantizar un sellado hermético, evitando fugas o infiltraciones.
- Proporcionar estabilidad mecánica al sistema, incluso en presencia de variaciones de temperatura y presión.
En un sistema multicapa como Pexal, el accesorio no es solo un componente de conexión: es parte integrante de la tecnología, diseñado para interactuar con el tubo de forma perfectamente calibrada, desde la expansión térmica hasta el apriete mecánico.
Accesorios de presión: la solución para la máxima seguridad
El racor a presión es ahora el estándar en los sistemas de suministro modernos. Consta de un cuerpo principal (de latón o tecnopolímero) y un casquillo de presión que, mediante una prensa manual o eléctrica, se deforma de forma permanente alrededor de la tubería.
La presión de cierre se aplica con precisión milimétrica utilizando perfiles de presión adecuados para el racor. Cuando se presiona correctamente, las dobles juntas garantizan un sellado hermético a 10 bar y hasta 95 °C.
¿Un aspecto que a menudo se pasa por alto? Durabilidad certificada. Cada racor a presión se somete a pruebas para garantizar una vida útil de al menos 50 años, de conformidad con la norma EN ISO 21003.
Racores roscados: precisión y flexibilidad
Hay situaciones en las que la rapidez de instalación y la posibilidad de recuperar los racores en caso de error o desecharlos son un valor añadido.
En estos casos, la solución ideal es un racor roscado como Pexal Twist, fabricado en latón.
Se trata de racores mecánicos que garantizan la estanqueidad mediante:
- un núcleo roscado
- un anillo de apriete
Racores modulares: una nueva frontera
Los racores modulares Pexal XL representan una innovadora evolución en ingeniería. En lugar de una única conexión, cada racor forma parte de un sistema modular: un terminal (conector de manguera o rosca), un collarín de estanqueidad PPS y un cuerpo central (codo, tee, intermedio recto). Además, esta familia de accesorios permite el uso de tubos multicapa de 110 mm, utilizados en sistemas de construcción más complejos o de mayor densidad.
Este enfoque modular ofrece numerosas ventajas:
- Montaje manual, sin necesidad de equipos específicos;
- Mayor ligereza y seguridad en comparación con el metal;
- Prefabricación en un banco de trabajo, ideal para obras complejas;
- Gestión logística simplificada (menos componentes, más combinaciones posibles).
En el corazón del sistema se encuentra el PPSU (polifenilsulfona), un tecnopolímero con una resistencia mecánica y química muy alta, totalmente inerte y certificado para el agua potable. Un material resistente a la corrosión, la cal y los productos químicos que mantiene su estabilidad incluso bajo estrés térmico.
Los accesorios hidráulicos no solo son parte integrante de cualquier sistema de distribución de agua, sino que también expresan su potencial o sus limitaciones: por esta razón, deben elegirse con pleno conocimiento de causa, centrándose tanto en la calidad de los materiales como en la seguridad y fiabilidad a largo plazo.
Seguridad, durabilidad y respeto por el medio ambiente
Todos los accesorios hidráulicos Valsir están diseñados para cumplir con los más estrictos estándares de calidad:
- Materiales no tóxicos y aptos para el agua potable;
- Resistencia a la corrosión, incluso en presencia de productos químicos agresivos;
Por lo tanto, un accesorio no es solo un elemento técnico. Es una garantía de eficiencia, fiabilidad y seguridad. Y es precisamente en los detalles ocultos, en las juntas invisibles detrás de las paredes, donde se mide la calidad que un sistema puede garantizar a lo largo del tiempo.