El suelo es un recurso no renovable y de importancia fundamental. En el suelo se almacenan, filtran y transforman muchas sustancias, entre ellas el agua, los nutrientes y el carbono.

El consumo de suelo sigue transformando rápidamente nuestro territorio. En el último año, en Italia, las nuevas cubiertas artificiales han afectado a 69,1 km²: esto supone un consumo medio de unas 19 hectáreas al día. Un aumento que muestra una clara aceleración respecto a los datos registrados en el pasado reciente y atestigua la pérdida de 2,2 m² de suelo cada segundo en nuestro país.

Por este motivo, el crecimiento de nuestra empresa siempre ha puesto en primer lugar la valorización del territorio y la adopción de todos los criterios de la construcción sostenible.

Actualmente destinado a actividades de almacenamiento, este emplazamiento también se ha realizado íntegramente sin consumo de suelo, regenerando una antigua zona industrial de aproximadamente 21.000 m², 9.000 de ellos cubiertos.

El emplazamiento se ha rediseñado por completo, con obras de refuerzo para la recalificación sísmica, la sustitución completa de las fachadas, tejados y ventanas, y la instalación de un sistema contra incendios de última generación.

El edificio adopta un sistema fotovoltaico en el tejado y un sistema de calefacción por suelo radiante alimentado por bombas de calor, y solo utiliza la red eléctrica para el suministro de energía.

La estructura es de clase energética A y se ha equipado con sistemas de recuperación del agua de lluvia (para alimentar las cisternas de descarga de los aseos) y adaptado a las normas de invariabilidad hidráulica con la realización de tanques específicos de laminación subterráneos.

Nuestro centro de producción más reciente se ha diseñado a partir de la recuperación de una zona industrial abandonada entre Verolanuova y Breda Libera, en la provincia de Brescia. La superficie total del solar es de aproximadamente 76.000 m²; el edificio principal objeto de recalificación, con una superficie cubierta de aproximadamente 18.500 m², ahora se utiliza fabricar paneles para sistemas de calefacción y refrigeración por suelo radiante y sistemas de ventilación mecánica controlada.

El edificio, de clase energética A, se ha reestructurado completamente desde el punto de vista de la adaptación sísmica y termoacústica (con un sistema de calefacción radiante que funciona en 13.000 m² de superficie que recupera el calor del ciclo de producción), así como desde el punto de vista arquitectónico. Está equipado con un nuevo sistema contra incendios, realizado según las normas más recientes, y un sistema fotovoltaico montado en el tejado capaz de generar una potencia de 2,2 MW.

Por último, también se ha instalado un sistema de eliminación del agua de lluvia con un tanque de laminación de 2.700 m³.